La marcha “autoconvocada” realizada la noche del jueves por personas que, entre otras cosas, exigen la renuncia de Dina Boluarte, Presidente del Perú, el cierre del Congreso, adelanto de elecciones, libertad para el golpista Pedro Castillo, se caracterizó por la utilización de niños en la misma.
Niños que iban a la vanguardia de la marcha portando carteles con frases alusivas a las exigencias de este grupo de marchantes. Se desconoce si son hijos de los que marcharon o si son niños que deambulaban en la calle y fueron captados, probablemente, a cambio de una propina u otro “incentivo”.
En realidad da la impresión que los organizadores de estas marchas que, valgan verdades en Tarma se han caracterizado por ser pacíficas, están un tanto desesperados porque los llamados a sus concentraciones y marchas no calan entre la población que de manera muy mayoritaria está en contra de estos actos, porque, cada vez que se habla de paros, marchas, bloqueos, la actividad económica se reciente enormemente, causando una serie de graves perjuicios a la población. Obviamente que la utilización de niños, ante falta de convocatoria, es un hecho deleznable
POBLACIÓN RECHAZA CONVOCATORIA A PAROS
En estos días aciagos para el Perú, la colectividad tarmeña ha dado muestras de civismo al no plegarse a estas manifestaciones y no se trata de que el tarmeño esté conforme con el actual gobierno o el Congreso de la República, pero se da cuenta que los bloqueos de carreteras, paros, marchas, actos vandálicos y terroristas son más perjudiciales para el país, además se niega a hacerle el juego a la izquierda radical que tiene como objetivo principal la imposición de una Asamblea Constituyente para el cambio de Constitución de modo que, la supuesta nueva Carta Magna, nos dirija a destinos nefastos como Venezuela o Cuba, los regímenes de estos países despiertan la admiración y la “envida” de la izquierda marxista, leninista, maoísta, mariateguista.