La noticia ha tomado por sorpresa y ha causado la indignación de la comunidad tarmeña. Ha salido a luz un “documento” en el que el gerente de la Sociedad de Beneficencia Pública de Tarma, Francis Alderete Alderete, le indica a los responsables de la Compañía de Bomberos Número 58 de Tarma, que adeuda de los meses de, diciembre (2018) y, enero, febrero y marzo del 2019, por tal motivo les notifica que en un plazo de 72 horas deben desalojar el local del jirón Arequipa 1040, el documento fue emitido el miércoles 3 de abril, por lo que el plazo vence el sábado 6 del presente mes.
La deuda es por concepto de “arrendamiento” del local, que sí, pertenece a la beneficencia. Sin embargo, en el mismo “documento”, el remitente indica que esto es de acuerdo a contrato firmado por el “representante de la municipalidad” y, que esta entidad no ha cumplido con el pago del arrendamiento acordado, es por ello, prosigue; “me veo obligado por medio de la presente la inmediata e irrevocable de desalojo del inmueble “, que como ya se indicó es de propiedad de la beneficencia, el plazo que se les da para que cumplan esta medida es de 72 horas, “a partir de la notificación”.
Luego pasa a amenazar al, se supone, el representante de los bomberos; “De lo contrario procederé a tomar acciones legales con las autoridades correspondientes iniciando así un proceso en su contra que lamentablemente tendrá consecuencias negativas para su persona dado los hechos ocurridos que me obligan solicitar el desalojo. Le pido de la manera más atenta que desocupe entonces la propiedad de la Sociedad de Beneficencia Pública de Tarma”.
La misiva culmina de la siguiente manera; “Sin más por el momento, evíteme la pena de llevar a cabo acciones más enérgicas en contra suya, le recuerdo que tiene un plazo de 72 horas a partir de que Ud. Sea notificado para desalojar el inmueble”. La firma es de Francis Josué Alderete Alderete. Cabe informar que en el encabezamiento de la “notificación”, se dirige a; “Señores: Compañía de Bomberos”, luego en el cuerpo del “documento” se dirige a “alguien” que a ciencia cierta no se sabe quién es.
La municipalidad debe aclarar.
Cuándo el ex alcalde Luis Palomino Cerrón empezó su gestión, luego de muchos problemas, trasladó a los bomberos del local que habían ocupado durante años, ubicado al costado de la municipalidad, a un local del jirón Jauja, pero como era muy pequeño e inadecuado, se llegó a un acuerdo con la beneficencia para que les otorguen el local que ocupan actualmente, a poca distancia de la parroquia del Señor de los Milagros.
Es decir que el documento debería de haber sido dirigido al “representante” de la municipalidad para que pague la deuda, porque los bomberos no tienen a donde ir, esa es la verdad. El otro aspecto es que se manifieste si de verdad se firmó un contrato de arriendo o se realizó un convenio entre ambas entidades, la municipalidad y la beneficencia.