El docente Edwin Zacarías Mandujano, fue acusado por el alumno de iniciales A.D.V.N de 17 años de edad, quien cursa el quinto de secundaria en la sección “D”, del Colegio Emblemático San Ramón de Tarma, de haberlo golpeado en el rostro hasta reventarle el labio.
El profesor denunciado es el responsable del área de Tutoría y Orientación Educativa (TOE), quien se encarga de la disciplina y el orden al interior de este colegio emblemático. Según al alumno, el incidente se produjo solo porque él (alumno) le dijo a sus compañeros que esperen al profesor de educación física en el campo deportivo, según la versión de estudiante, el profesor lo hizo ingresar a un aula y lo golpeó en el rostro como “si estuviera loco”, sostuvo.
Si bien el acusado no ha dado todavía una versión oficial, se sabe que indicó que el alumno le habría faltado el respeto, incluso “mentándole” a su madre, de igual forma habría negado haberlo golpeado, solo lo empujó, según esta versión reiteramos, no oficial.
Más allá de este incidente, lamentable, por cierto, una vez más se ha puesto en tela de juicio la manera de tratar a los alumnos. El debate se ha desatado, porque un sector piensa que la forma de trato es muy benigna y eso origina faltas de respeto y los malos pasos en los que andan algunos alumnos, así que exigen mayor rigor en la educación de los alumnos; mientras que otro grupo considera que no hay nada mejor que el diálogo para lograr corregir las malacrianzas de algunos de los estudiantes.
A raíz de las leyes que ahora protegen irrestrictamente a los alumnos, los profesores e incluso los padres de familia se sienten atados de manos para poder corregir a los jóvenes, pues estos llegan incluso a amenazarlos con denunciarlos si es que los golpean o, incluso, si tan solo les dan un llamado de atención. Este docente tendrá que seguir un proceso administrativo, obligatoriamente, y eso podría definir su futuro en el campo de la educación.