Un aproximado de medio millar de pobladores provenientes de Huaricolca, Tarmatambo y algunos anexos de Jauja, se desplazaron al mediodía del jueves por diversos puntos de la ciudad de Tarma, arengando para que apoyen el paro que vienen acatando desde el pasado lunes 28 de marzo. La mayoría de los manifestantes está dedicada a la pequeña agricultura, por eso además de pedir que baje el precio de los combustibles, solicitaban la baja del costo de los insumos agrarios.
Pero, entre quienes marchaban también había madres de familia, ellas reclamaban por el alto costo de los artículos de primera necesidad. Productos como el arroz, el azúcar, el aceite, los fideos, la cerne de pollo y otros, han sufrido incrementos en cuanto a sus precios lo que ha golpeado tremendamente la economía de las familias más vulnerables.
CAOS, TEMOR E INCERTIDUMBRE.
La llegada de los manifestantes a la ciudad agarró desprevenida a la población que, en el caso de los comerciantes solo atinó a cerrar las puertas de sus locales de manera apresurada, mientras la turba avanzaba al centro de la ciudad. Avisados sobre la situación, los vendedores ubicados en los mercados, incluido el mercado mayorista Manuel Odría, tuvieron que “replegarse”, para evitar riegos de saqueos y agresiones.
La labor de la policía se dificultó porque los manifestantes se dispersaron al llegar a la Plaza de Armas, se dirigieron a diferentes puntos de la ciudad, su presencia obligó a los propietarios de varias tiendas a cerrarlas, los “terminales” a distritos que habían empezado a operar nuevamente quedaron paralizados. Los transportistas que prestaban servicio de transporte de pasajeros en el área urbana y en la periferia, tuvieron que, literalmente, escapar para evitar daños a sus unidades vehiculares. Es el cuarto día de este paro que no parece tener visos de solución.