- Debido a que una casona que se ubica en la tercera cuadra del Jr. Arequipa, que está a punto de colapsar, es patrimonio cultural, se pone en riesgo a muchos ciudadanos tarmeños en riesgo.
Hace unos días Defensa Civil de Tarma colocó las cintas de seguridad en torno a las paredes de una casona antigua que se ubica en la tercera cuadra del Jr. Arequipa, esto debido a que el riesgo de que colapse es enorme, esto podría suceder en cualquier momento. Sin embargo, el riesgo persiste desde todo punto de vista.
Las personas ahora no pueden hacer uso de la vereda que está al lado de la vetusta construcción, tienen que bajar a la pista, lo que implica un riesgo, los vehículos transitan a excesiva velocidad y, para variar, al frente no hay veredas, por lo que el riesgo es doble.
Sin embargo el riesgo persiste porque, de colapsar esa pared, cuyo ancho es de, aproximadamente, un metro y medio, no solo afectaría la vereda, sino que los escombros caerían con violencia a la pista, por eso sería necesario que, previas coordinaciones, se decida la demolición “supervisada” de esa casona.
ES PATRIMONIO.
Desde el área de cultura de la municipalidad de Tarma, se ha confirmado que esa casona es “patrimonio cultural”, por lo tanto está bajo la “protección” y administración del Ministerio de Cultura (MINCUL), debido a ello arribó a la ciudad de Tarma personal de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Huancayo, para realizar una supervisión y, se comprobó que el inmueble está en condiciones paupérrimas, en ruinas.
Existen, según se ha informado, 16 propietarios de la enorme casona, cada uno ha realizado “trabajos” que en vez de mejorar la estructura, la ha debilitado aún más, han quitado muros, han habilitado conductos para instalaciones, todo de manera antitécnica.
Si bien la DDC debe cuidar que las estructura arquitectónicas se mantengan fieles a las originales, en este caso eso se ha perdido hace muchos años atrás, por eso sería adecuado que se pensara en la seguridad de las personas y no en la protección de un “patrimonio” por el que no se ha hecho nada hace tiempo y que se pretende mantener en píe a costa de la seguridad de la población.
NO HAY RESPUESTA.
Se sobrentiende que los informes, los descargos, s se quiere de cada entidad que está comprometida ya se han realizado, pero todavía no se sabe qué se va hacer de manera concreta, tal parece que se va a esperar a que esas paredes “se caigan solitas”, eso es lo que se ha dado a entender, desde la municipalidad que, como siempre, debe allanarse a lo que digan otras entidades aunque esa decisión vaya en contra de la seguridad, incluso, de la ciudadanía.