El alcalde de la provincia de Tarma, José Mansilla Samaniego, dijo que existe un “encrucijada” con relación al Decreto Supremo (D.S) 146 – 2020 – PCM, la población está “sectorizada”, un grupo exige, prácticamente, que la provincia retorne a la cuarentena, sin embargo, otro sector pide más bien que siga dándose la reactivación en cuanto a las actividades económicas, hecho que el burgomaestre dijo entender, porque por varios meses, mucha gente ha dejado de desarrollar sus actividades económicas con normalidad y esto la perjudica.
No obstante, reiteró que esta decisión no ha estado “bien focalizada”, “no se han considerado” ciertos aspectos como el de la letalidad (muerte) que el caso de Tarma llega al 3%, se habla de esa cifra, dijo la autoridad, son indicadores que debieron de haberse tomado en cuenta, pero, según parece, las instancias de salud de la región y de Tarma, no habrían manejado cifras reales, por eso el gobierno decidió aparatar de la cuarentena a Tarma.
Agregó que el control ha disminuido, se percató que los puestos que estaban instalados a la salida de esta ciudad, han sido desinstalados, el control de los militares también se ha retraído, por la misma situación actual. Pero, el Estado de Emergencia Sanitaria Nacional persiste, por lo que se tiene que seguir respetando y acatando las restricciones impuestas en el ámbito nacional.
Sobre el terminal.
Mansilla Samaniego, si bien no dio detalles sobre el tema de la “liquidación” del Terminal Terrestre de Tarma, manifestó que este, seguirá “cumpliendo sus funciones”, con relación al anunciado reinicio del transporte interprovincial entre las ciudades de Lima y Tarma, para este lunes.
“no importa el tipo de administración que tenga el terminal”, agregó. Esta “tiene que ser eficiente”. Está planeado realizar una licitación o subasta para otorgar la administración del terminal que tiene que ser rentable, sobre todo por el tema de la beneficencia que requiere de ingresos para cumplir con sus metas asistenciales.
Hace unos años la municipalidad y la beneficencia suscribieron un convenio para la construcción del terminal con financiamiento de la primera en terrenos de la segunda, los ingresos se repartían de acuerdo al convenio, pero con el paso del tiempo el terminal terminó siendo ineficiente y lejos de generar ingresos producía y produce pérdidas por lo que se optó, según se sabe, por la liquidación de la sociedad.