Elmer Castañeda Vargas, profesor y abogado, autonombrado presidente del “frente de defensa de los intereses de Tarma”, no existe un reconocimiento oficial de este supuesto frente, inició una huelga de hambre esta tarde en protesta porque todavía no se ha comprado el tomógrafo para el hospital de Tarma, que es responsabilidad del gobierno regional, porque la ciudad todavía no cuenta con saneamiento, entre otros puntos.
Castañeda Vargas, en declaraciones para Radio Tarma, dijo que a pesar que hace tiempo ha presentado documentos solicitando información sobre el tomógrafo, el saneamiento y otros puntos no ha recibido respuesta. El dirigente agregó que también pidió la separación de sus cargos del gerente de obras de apellido Muñico (en realidad es el gerente municipal, el gerente de obras es Elvis Tacuri), porque Tarma “no tiene obras de envergadura”, de igual forma solicitó la salida del gerente de Sierra Central, porque Tarma no toma agua potable y como estos pedidos no han sido atendidos es que ha decidido adoptar esta medida de fuerza.
Sin embargo, manifestó que no es una decisión personal sino del “frente de defensa”, antes no lo había realizado por la situación de la pandemia, porque no quería poner en riesgo su salud ni de la de otras personas, por eso no realizó esta huelga antes, adujo. Descartó que esta medida tenga algún tinte político porque ya no quiere ser alcalde, ni congresista. Finalmente dijo que cualquier cosa que pase con su salud (por la huelga de hambre) será responsabilidad del alcalde (José Mansilla) y de mala gana aceptó que también sería responsabilidad del ente regional.
NO TIENE AUTORIZACIÓN.
El subprefecto de Tarma, Percy Gallardo Rivera, refirió que Castañeda Vargas presentó un documento haciendo saber su intención, pero no cumplió con otros requisitos, como presentar el protocolo sanitario, entregar un certificado médico en el que se detalle su estado de salud y otros que son necesarios y obligatorios, por tanto confirmó que no se autorizó esta medida.
Gallardo Rivera informó que de persistir en su medida, tendrá que fiscalizar el lugar donde se instaló – el huelguista – en la tercera cuadra del jirón Lima, para verificar la situación, de no cumplirse con las condiciones se le pedirá a Castañeda Vargas que se retire si es necesario, incluso, haciendo uso de la fuerza pública.