El representante de la Asociación de Floricultores “Perla de los Andes”, Milton Manturano, dijo que la decisión del directorio de la Beneficencia de Tarma, de cerrar completamente las puertas del cementerio los días uno y dos de noviembre, “los tomó por sorpresa”. Ellos – los floricultores – tenían la intención de “reactivarse” pero con esta decisión “nos están dando la espalda”, estamos “desconcertados”, agregó. “Pareciera que las autoridades están en contra de los floricultores”.
Había maneras de controlar el ingreso ordenado las personas al campo santo para evitar las aglomeraciones, como se está haciendo en otras partes. Se hubieran “armado” los protocolos sanitarios, prohibir el ingreso de personas con bebidas alcohólicas o con comida, permitir el ingreso de determinado número de personas por un tiempo limitado, pero se ha preferido cerrar toda posibilidad de darle a este grupo de trabajadores alguna oportunidad para poder recuperar las cuantiosas pérdidas de casi dos años.
También lamentó que el presidente del directorio de la beneficencia, Uldarico Fabián Lázaro, no los haya invitado para reunirse y ver la posibilidad para no perjudicarlos de esta manera. Además la venta de flores que se está dando en algunos sectores, con todos los protocolos, no está generando aglomeraciones, el riesgo de contagio del coronavirus es mínimo, es otro de los factores que el representante de los floricultores no entiende.
Fabián Lázaro confirmó que los días uno y dos de noviembre el cementerio estará cerrado atendiendo una “orden” de la Dirección Regional de Salud (DIRESA) Junín (en realidad es una recomendación). Esta propuesta fue aprobada por todo el directorio; Ángela Marcelo (MIMP), Marilyn Mandujano (GRJ), Gisella García (MPT) y, el propio Uldarico Fabián. El sector de la floricultura ha sido uno de los más golpeados con la pandemia y con estas decisiones no permiten la famosa “reactivación económica”, para ellos.