LOS COMERCIANTES DESTAPAN LOS BUZONES CON EL FIN DE QUE EL AGUA INGRESE A ELLOS, PERO EN ESE TRANCE HACEN QUE INGRESEN TODO TIPO DE RESIDUOS SÓLIDOS QUE PODRÍAN CAUSAR MÁS INCONVENIENTES.
Basta que llueva con cierta intensidad durante unos minutos para que las calles, sobre todo de la parte baja de la ciudad, resulten anegadas. Es el caso de lo que sucedió el jueves pasado en el Jr. Asunción, esquina con el Jr. Huancavelica.
La lluvia que fue de, solo, regular intensidad y duró unos minutos fue suficiente para que esas y otras calles donde se realiza la actividad comercial resulten llenas de agua.
Los comerciantes, con el fin de deshacerse, de las aguas abrieron las tapas de los buzones y empujaron las aguas de lluvia hacía estas cavidades con el consiguiente riesgo de que se introduzcan residuos sólidos que podrían causar el atoro de los desagües complicando aún más la situación.
Penosamente este panorama se seguirá presentando y tenderá a empeorar a medida que pase el tiempo y no se realice el cambio de las redes de agua y desagüe, en el marco del proyecto del saneamiento integral de la ciudad de Tarma, hecho que hoy en día se presenta bastante lejano y, hasta inalcanzable.