DESPUÉS DE CUATRO AÑOS TODAVÍA NO DICTAN SENTENCIA SOBRE EL CASO DEL ROBO EN LA UNAAT.

El asesor de la universidad de Tarma indicó que en la próxima audiencia – 17 de octubre – se visualizaran videos que fueron grabados en las fechas de los hurtos.

El caso del “hurto” agravado que se produjo el 2015 en la Universidad Nacional Altoandina de Tarma (UNAAT), todavía no llega a su fin. El miércoles 9 de octubre la magistrada María Cachay Rojas retomó el caso, sin embargo, todavía no se ha determinado sentencia alguna, contra los implicados en el caso del “hurto” agravado.

Al respecto la fiscal Joanie Castillo Rojas, manifestó que la primera audiencia sobre este caso, fue “maratónica”, se inició a las diez de la mañana y culminó a las cuatro de la tarde. Pero a pesar de lo extenso de la audiencia, no fue posible que se dicte sentencia contra los implicados, por eso habrá otra audiencia que ha sido programada para el 17 de octubre.

La representante del Ministerio Público recordó que el juez unipersonal Hugo Arroyo Velita, absolvió a los implicados, es por ello que la fiscalía apeló, logrando que el caso lo vea la Sala Mixta Descentralizada del Poder Judicial, que ha determinado, prácticamente, en un nuevo proceso para resolver este caso.

Habló el abogado de la UNAAT.

Por su parte el abogado de la UNAAT, Max Mendoza, mencionó que este caso, que data del 2015, ahora se está viendo en el Nuevo Código Procesal Penal (NCPP). Comentó que se ha tomado la declaración de todos los testigos, pero por lo complejo del caso y la cantidad de documentos y testigos “va a ser imposible” que haya una sentencia en la siguiente audiencia, el letrado asume que se requerirá de tres o cuatro audiencias más.

La fiscalía estaría pidiendo una reparación civil de 90 mil soles, 70 mil pagaría Jorge David Oliva Rubio, el principal implicado y, 20 mil pagaría Javier Rojas Salas. Max Mendoza indicó que ahora, en las próximas audiencias se visualizarán los videos donde se observa a Oliva Rubio sustrayendo equipos del interior de la UNAAT cuando sus oficinas administrativas se ubicaban en la esquina de los jirones Huaraz y Arequipa en Tarma, el monto de lo sustraído – laptops, multimedia y otros – asciende a la suma de los 70 mil soles, aproximadamente.

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