LOS FAMILIARES DE LAS VÍCTIMAS SE QUEJARON POR LA FALTA DE COMUNICACIÓN Y LA DESCONSIDERACIÓN DE LA EMPRESA. LA ESPOSA DE UNO DE LOS AFECTADOS DIJO QUE SE TUVO QUE ENTERAR POR TERCEROS ACERCA DE LA TRAGEDIA.
El pasado fin de semana la muerte sorprendió a dos (el cuerpo de uno no ha sido recuperado) trabajadores de la mina San Ignacio de Morococha, en el distrito de Vitoc, provincia de Chanchamayo, los propios trabajadores de rescate de la mina auxiliaron a cuatro obreros, recién el domingo recuperaron el cuerpo de uno de los fallecidos.
Por versiones de los trabajadores ha trascendido que el derrumbe que terminó sepultando a dos de sus compañeros se debería a fallas (mal minado) al interior del socavón, por ello están solicitando que se realice una exhaustiva investigación y se sancione a los que resulten responsables.
El nombre del fallecido es Jens Calderón Ingaruca (31), según la información se encontraba arreglando un equipo de perforación, no pudo escapar cuando se produjo el desprendimiento de rocas, él era natural del distrito de San Ramón, trabajaba para la contrata ANKOST. El cuerpo del fallecido fue recuperado recién el domingo, pero la necropsia todavía se realizará el lunes por falta de médico legista.
El trabajador que está desaparecido, pero hay pocas probabilidades que esté vivo, responde al nombre de Eduardo Collantes Mucha, de solo 24 años de edad, él era trabajador de la empresa SIMSA, también fue alcanzado por el derrumbe. Su madre protagonizó sentidas escenas de dolor.
La familia de los trabajadores llegó hasta los exteriores donde opera la minera y denunciaron que no se les comunicó a tiempo sobre el accidente de trabajo. Incluso, personal de vigilancia de la compañía minera trató de evitar el ingreso de la prensa, con intenciones no conocidas hasta el momento. Al parecer se pretendía ocultar este terrible suceso.