Taiwán comenzará a producir misiles superficie-superficie Hsiung Sheng, los cuales tienen un alcance estimado de 1.000 a 1.200 kilómetros y podrían alcanzar las ciudades chinas de Wuhan y Qingdao.
La producción en masa comenzará tan pronto como se complete una instalación del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Chung-Shan en junio. Taipéi espera terminar 100 unidades para 2025.
Según un informe presentado al Parlamento por el Ministerio de Defensa Nacional, citado por medios locales, el proyectil tiene dos tipos de ojivas, altamente explosivas y de fragmentación, que pueden apuntar a puestos de mando, búnkeres y pistas de aterrizaje de bases aéreas enemigas.
«Podría aumentar en gran medida la capacidad del Ejército nacional para retrasar o paralizar el ritmo de las fuerzas comunistas de una invasión de Taiwán, haciéndoles difícil lograr una guerra rápida», manifestó Chieh Chung, investigador de la Fundación de Política Nacional, recogido por Reuters.
En un marco de elevadas tensiones con China, la isla, considerada por Pekín como parte irrenunciable de su territorio, aprobó el año pasado un presupuesto de 8.200 millones de dólares en gastos militares adicionales durante los próximos cinco años.
Desde China reiteraron varias veces el compromiso del país para avanzar en el proceso de la reunificación pacífica con Taiwán. «Impulsaremos el crecimiento pacífico de las relaciones a través del estrecho de Taiwán y la reunificación de China. Nos oponemos firmemente a cualquier actividad separatista que busque la ‘independencia de Taiwán’ y nos oponemos firmemente a la injerencia extranjera», declaró a principios de marzo el primer ministro de China, Li Keqiang.