Esta mañana arribaron a la ciudad de Tarma funcionarios de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), para llamar la atención y capacitar a los funcionarios de la municipalidad, pues no saben cuál es el uso que deben darle al fideicomiso que se depositó para logar que JICA y el Ministerio del Ambiente (MINAM), hagan llegar los vehículos recolectores y otros equipos para mejorar el servicio de limpieza pública en esta ciudad.
Con ese motivo se convocó a los funcionarios que tienen que ver con el área de medio ambiente y limpieza pública a los gerentes de Presupuesto y Planificación, que, al parecer, no tenía conocimiento del uso que se debería de dar a ese dinero, dinero que está destinado al mantenimiento de los vehículos recolectores de basura y no para otros fines, pues ha trascendido que quisieron comprar una camioneta para Serenazgo, algo que, de darse, significaría una tremenda falta.
Por eso se les ha hecho entender que ese dinero es exclusivamente para el mantenimiento de los vehículos recolectores de residuos sólidos, estos vehículos deben recibir mantenimiento mínimamente, cuatro veces al año, esos recursos deben ser usados “de manera responsable”. Sobre el estado de los vehículos, el subgerente, Vladimir Yáñez, insistió en que durante la transferencia de cargo, no se les hizo entrega de un plan de mantenimiento para estos vehículos.
Los funcionarios de JICA les recordaron que para exigir que la población realice el pago de sus arbitrios por limpieza pública, primero deben de cumplir con brindar un buen servicio, los vehículos deben trabajar en horarios fijos y definidos, de tal forma que se ahorre combustible y también “horas hombre”. Los funcionarios estaban pensando en destinar el fideicomiso a rubros diferentes a los destinados, como la compra de un vehículo para Serenazgo.