El ex vigilante de la Universidad Nacional Autónoma Altoandina de Tarma (UNAAT), Javier Rojas, reiteró ser inocente del delito de “hurto agravado”, ocurrido en el año 2016, cuando las oficinas administrativas de la UNAAT se ubicaban en la esquina de los jirones Arequipa y Huaraz.
Responsabilizó de este hecho al ahijado del ex presidente de la Comisión Organizadora de la UNAAT, Jorge David Oliva Rubio, quien en ese entonces estaba a cargo del área de patrimonio de la universidad, cabe indicar que el ex presidente de la Comisión Organizadora, era el doctor, Miguel Barrena Gurbillón.
Javier Rojas relató que en horas de la mañana de un domingo (enero del 2016), recibió una llamada de Oliva Rubio, en la que le dijo que por encargo del presidente de la comisión, tenía que ingresar a las oficinas porque “tenía que sacar una información”.
El ex vigilante indicó que Oliva Rubio, luego de haber sacado la, supuesta información, salió de los ambientes con dos cajas (rectangulares) y una bolsa de color negro y procedió a retirarse. El día 18 de enero el ex vigilante informó – verbalmente- al funcionario Sebastián Ayala Beas (que ya no trabaja en la UNAAT), también a las doctoras que forman parte de la comisión, sobre lo ocurrido el día anterior, pero nadie tomó cartas en el asunto.
El turno de trabajo del vigilante era de diez de la noche a seis de la mañana, sin embargo, el día que los llamó tuvo que ir a las 10 y 30 de la mañana, indicando que temía algunas represalias de parte del presidente de la comisión.
Refirió que la sentencia iba a ser dictada el 22 de este mes, pero se suspendió para el día 24 de agosto. Finalmente dijo que mientras Oliva Rubio, sigue trabajando con normalidad en el norte del país, él se ve perjudicado, porque debido a esta situación no puede trabajar como vigilante.