LA POLICÍA MUNICIPAL PRETENDE EVITAR QUE LAS CALLES Y VEREDAS ESTÉN OBSTACULIZADAS POR EL COMERCIO AMBULATORIO, SIN EMBARGO, LOS COMERCIANTES SEÑALAN QUE TIENEN LA AUTORIZACIÓN DEL ALCALDE PARA OCUPAR LAS VÍAS PÚBLICAS.
Ad portas del inicio de la campaña navideña. Las calles de Tarma se han visto atiborradas por comerciantes que se han apoderado, no solo de las calles, sino también están ocupando las veredas, perjudicando el tránsito de los peatones y de los vehículos.
Ante este panorama la policía municipal, a cargo del señor Orlando Silvano, pretende controlar esta situación y sobre todo hacer respetar la Ordenanza municipal 023 que regula el comercio ambulatorio, pero se están encontrando con un serio obstáculo.
La ordenanza invocada por el jefe de la policía municipal señala las arterias y las cuadras donde se puede realizar la venta de productos, pero también indica que la autorización es solo para los jueves y domingos, determinación que no es respetada por los comerciantes, quieren salir todos los días.
Para variar, quien viene encabezando estos desmanes es la señor María Santolaya, ella y sus “representadas”, aducen que tienen la “autorización del alcalde” (Walter Jiménez), para hacer uso de las veredas en las calles San Juan y Ayacucho, porque se trata de comerciantes “de la tercera edad e incluso con discapacidades”. Señalan que tienen la “venia” del alcalde para actuar de esta forma.
Los municipales pretenden poner orden pero se están encontrando con este obstáculo, ni siquiera están respetando las líneas amarillas que se han pintado para demarcar los puestos y hasta donde se pueden ubicar (los jueves y domingos), pero aduciendo que sus lugares tienen goteras u otros inconvenientes, están ocupando gran parte de la vía evitando la circulación de los peatones y de los vehículos. Arguyen también que tienen “derecho al trabajo”.