El veto de Google y otras tecnológicas estadounidenses a Huawei podría frustrar la aspiración del gigante chino de convertirse en breve en el mayor fabricante de móviles del mundo, pues aún está por detrás de Samsung, pese a vender más de siete móviles por segundo.
La compañía, que durante el primer trimestre del año vendió prácticamente la mitad de sus terminales fuera de China, planeaba haber superado a Samsung ya para el año que viene.