Algunas de las gigantescas figuras de aves que forman parte de las famosas líneas de Nazca, en el sudoeste de Perú, no representan a las especies que hasta ahora se creía, según un estudio realizado por un equipo de científicos japoneses, cuyos resultados han sido publicados este jueves en la revista Journal of Archaeological Science: Reports.
Para identificar a las enormes aves grabadas en las llanuras desérticas de Nazca, los responsables de la nueva investigación usaron un enfoque taxonómico.
«Hasta ahora, las aves en estos dibujos han sido identificadas con base en impresiones generales o algunos rasgos morfológicos presentes en cada figura. Observamos de cerca las formas y tamaños relativos de los picos, cabezas, cuellos, cuerpos, alas, colas y patas y los comparamos con los de las aves contemporáneas en Perú«, explicó Masaki Eda, de la Universidad de Hokkaido.
Como resultado de este enfoque, los científicos japoneses reclasificaron a un colibrí previamente identificado como un ermitaño; y a un pájaro guano y otro pájaro previamente no identificado, como pelícanos. Otros dibujos de aves que se cree que son cóndores o flamencos no tenían las características esenciales para validar tales identificaciones, pero eran demasiado inconsistentes con las aves peruanas contemporáneas para justificar una nueva clasificación.
Aunque las aves identificadas existen en Perú, se encuentran en otras partes del país que no son los lugares donde se hicieron las figuras. Los ermitaños, por ejemplo, se encuentran en los bosques de la zona oriental de los Andes y en el norte cerca de Ecuador, mientras que los pelícanos habitan a lo largo de la costa del Pacífico peruano.
«La gente de Nazca que trazó las figuras pudo haber visto pelícanos mientras recolectaba comida en la costa. Nuestros hallazgos muestran que dibujaron aves exóticas, no aves locales, y esto podría ser una pista de por qué las dibujaron en primer lugar», comentó Eda.
Según los investigadores, la razón por la que se trazaron aves exóticas en los geoglifos en lugar de aves locales está estrechamente relacionada con el propósito del proceso de grabado. Estudios adicionales de aves retratadas en cerámica y restos de pájaros excavados en las ruinas de Nazca podrían aportar más pistas para desentrañar el misterio de esos geoglifos.
Las líneas y los geoglifos de Nazca cubren un área de unos 450 kilómetros cuadrados. Fueron trazados en el suelo entre 400 a.C. y 1000 a.C. por culturas preincaicas, e incluyen líneas, diseños geométricos y dibujos de animales y plantas. La mayoría de estos grabados son tan grandes que se ven mejor desde el aire.
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