Existe una normativa municipal que ha prohibido el comercio ambulatorio en diferentes calles de la ciudad de Tarma, Asunción, Puno, Huancavelica, Amazonas y otras, con bastante esfuerzo se ha logrado reubicar a los vendedores que hacían uso de esa vías, sin embargo, son los comerciantes que tienen sus locales los que siguen generando el desorden en esas arterias.
Con la creencia, al parecer, que las veredas que están en las afueras de sus locales les pertenecen, ubican su mercadería en estos espacios que están destinados al tránsito de los peatones, pero al estar la mercadería e incluso carpas armadas, el transeúnte se ve en la necesidad de bajar a la pista con el riesgo de ser arrollado por algún vehículo.
Con justa razón la “gente de a píe” exige que las autoridades a las que les competa cumplan con su responsabilidad de mantener las veredas libres de obstáculos, lamentablemente se ha hecho costumbre que los funcionarios, como los policías municipales, se hagan “ de la vista gorda”, más graves aún son las denuncias de algunos pobladores que indican que estos efectivos reciben coimas.
Otra factor de protesta es el hecho que estos trabajadores municipales son bastante drásticos con algunos comerciantes que llegan de los distritos con el fin de comercializar lo poco que tienen, sin embargo, a los dueños de los establecimientos comerciales los tratan con “gante de seda”, por eso se espera un cambio en el accionar de los funcionarios y que sancionen a quienes están generando este desorden.