La sonda Insight de la NASA, lanzada el pasado 5 de mayo con el fin de estudiar el interior de Marte, se prepara para aterrizar en su superficie este 26 de noviembre. Y la tarea no será fácil. El aterrizaje en el planeta rojo ha sido apodado como «seis minutos de terror» debido al gran desafío –quizás, el mayor de todo su viaje- que representa este proceso para el aparato.
Según la página web de la agencia espacial, este lunes la misión atravesará la astmósfera marciana y tratará de colocar el aterrizador, equipado con instrumentos avanzados, en la superficie del planeta «en menos tiempo del que se tarda en hervir un huevo».
n seis minutos, la sonda tendrá que reducir su velocidad de casi 20.000 a 1.500 kilómetros por hora; deshacerse del escudo protector contra el calor y descender en paracaídas; abrir y bloquear en su lugar las tres extremidades del aterrizador que absorberán en parte la fuerza del impacto del aterrizaje; deshacerse del paracaídas y descender al suelo en el proceso, que será desacelerado por 12 potentes motores. Además, las baterías de sus motores deben apagarse en el segundo que Insight toque la superficie porque si no, el vehículo volcará.
Se prevé que el aparato aterrice en la región volcánica marciana Elysium Planitia. El portal Live Science destaca que una de las mayores dificultades del proceso de aterrizaje será que sus controladores no podrán saber lo que le está pasando en tiempo real, debido al retraso de varios minutos en la señal de transmisión de la sonda.