14 DE JUNIO: REFLEXIÓN EN EL DÍA MUNDIAL DEL DONANTE DE SANGRE.

  • 20 años celebrando la generosidad: ¡Muchas gracias, donantes de sangre!

El 14 de junio de cada año se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre para agradecer a los donantes voluntarios no remunerados y concienciar de la necesidad de hacer donaciones regulares para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y sus productos.

Los servicios de sangre que permiten a los pacientes acceder a sangre y productos sanguíneos seguros en cantidades suficientes son un componente clave de los sistemas de salud eficaces. Solo se puede asegurar un suministro suficiente mediante donaciones regulares voluntarias y no remuneradas. No obstante, en muchos países los servicios de sangre siguen teniendo problemas para ofrecer sangre suficiente y garantizar su calidad y seguridad.

Al respecto el Dr. Javier Correa Tineo, indicó que donar sangre es un “acto muy importante, la sangre salva vidas, es un medicamento más” que pueden utilizar los médicos, indicó. Por eso destacó la importancia de tomar conciencia entre todos los ciudadanos sobre este acto de “generosidad” de las personas.

Donar sangre no significa que se “mutile” a una persona, la sangre que uno dona se repone en 45 días, señaló el galeno.

Consideró que el escaso nivel de donantes en el país, a sabiendas que uno mismo, o algún familiar puede necesitar sangre, se debe a nuestra “idiosincrasia”; “lo queremos para nosotros, no para el otro”, igual pasa con la donación de órganos, más bien se debería tomar como que, con la donación, podemos dar continuidad a la vida de otra persona. Insistió en que hay que sensibilizar a las personas.

Una unidad de sangre son 250 centímetros cúbicos.

Pueden donar sangre mujeres y varones que se encuentren entre los 18 a 60 o 65 años, dependiendo del estado de salud, del peso. Luego de donar sangre la persona sale caminando con normalidad. Para poder donar sangre se pasa por unas pruebas para determinar la idoneidad del donante.

En el 2024 Los objetivos son:

Reconocer y dar las gracias a los millones de donantes voluntarios de sangre que han contribuido a mejorar la salud y el bienestar de millones de personas en todo el mundo;

Dar a conocer los logros y desafíos de los programas nacionales de sangre y transmitir las mejores prácticas y las enseñanzas obtenidas;

Poner de relieve la necesidad permanente de que haya donaciones de sangre periódicas y no remuneradas para lograr el acceso universal a transfusiones de sangre seguras; y

Promover una cultura que fomente la donación periódica de sangre en la juventud y el público en general, y aumentar la diversidad y sostenibilidad del grupo de donantes de sangre.

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