Los trabajadores de la Sociedad de Beneficencia Pública de Tarma (SBPT), han remitido un memorial al presidente del directorio, el economista José Güere Limaymanta, solicitando “el cese inmediato del gerente general, no contar con experiencia laboral en el sector público, por incumplir con los establecido en la normatividad existente para el funcionamiento de la entidad y por ser el funcionario de mayor responsabilidad y por la demora en la aplicación del D.L N° 1411 que a la fecha no se ha implementado de manera correcta, otorgándosele para este pedido un plazo de 48 horas”.
A esto se agrega que el gerente, Francis Alderete Alderete, solo tiene un curriculum vitae “descriptivo” y no ha adjuntado los contratos de trabajo, constancias y números de teléfono que permitan corroborar la información establecida en el curriculum. Sobre este punto también responsabilizan a Güere Limaymanta, por haber designado a este funcionario de “confianza”. Otro de los reclamos es que los trabajadores contratados no cuentan con un contrato anual, solo se les está contratado de manera extemporánea y por meses. Aducen que al haber respaldo económico para el pago de los trabajadores, deberían de darse los contratos anuales.
Por otro lado hacen mención, en el memorial, de una serie de aspectos que evidencian el “desconocimiento administrativo del sistema” de Alderete Alderete, indican que le han solicitado informes acerca de varios documentos, pero hasta la fecha no lo ha hecho. Documentos como “créditos” y “ventas de nichos”, que involucran al propio presidente del directorio. Lo acusan de “no saber comprender el contexto de los informes enviados a su despacho”.
No han implementado el D.L N° 1411, referido a la transferencia de las beneficencias a las municipalidades, a pesar que han concurrido a las capacitaciones. Hablan también de una descoordinación entre el presidente del directorio, los demás integrantes y los responsables de las diferentes áreas, dando a entender que el presidente del directorio “hace y deshace”, con el gerente de la institución. Cuando se cita a reuniones los miembros del directorio no llegan puntalmente.
No se han tomado medidas “correctivas” sobre la doble venta de nichos y la no presentación de los planes de trabajo de los miembros del directorio, se habría querido favorecer a una familiar del presidente del directorio dándole “en alquiler”, además hay dejadez de parte de los cuestionados para que se aclaren los presuntos actos de corrupción que ya están en manos de la Contraloría.
Si bien la solicitud tiene que ver con la separación del gerente, el presidente del directorio, no se salva pues está involucrado en todos estos actos irregulares que los trabajadores han denunciado en este memorial. El economista Güere Limaymanta, se escuda, para proteger a su gerente, que ese es un cargo de confianza y que la ley le permite poner a quien considere, algo que no se ajusta a los intereses de una institución tan importante como en la beneficencia, por su aporte a la sociedad, para proteger a los más desprotegidos.