TARMA RECORDÓ EL QUINCUAGÉSIMO ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE SU “HIJO PREDILECTO”.

EL 18 DE FEBRERO DEL 2024 SE CONMEMORARON LOS 50 AÑOS DEL FALLECIMIENTO DEL GENERAL MANUEL ARTURO ODRÍA AMORETTI, EX PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA. LA CEREMONIA CENTRAL SE REALIZÓ EN EL PARQUE QUE LLEVA SU NOMBRE.

El domingo 17 de febrero del presente años se recordó el quincuagésimo aniversario del fallecimiento del Gral. Manuel Arturo Odría Amoretti, ex presidente de la República, Junta Militar de Gobierno (1948 – 1950) y presidente constitucional de la república (1950-1956), periodo conocido como el “ochenio”.

“Aquel martes 19 de hace medio siglo, los periódicos entintaron los titulares con su muerte: víctima de un edema pulmonar, a sus 76 años, el expresidente de la República el general (r) Manuel A. Odría A. Amoretti falleció la madrugada del lunes 18 de febrero de 1974”.

La misteriosa “A” era de Arturo, y no de Apolinario como muchos especulaban. El gobierno del general Juan Velasco Alvarado dispuso los funerales para el exmandatario con honores de presidente de la República.

La capilla del Hospital Militar se llenaba de ofrendas florales y cientos de ciudadanos desfilaban para tributar honras, observando el cadáver embalsamado del militar que yacía llevando sobre el pecho la fotografía de su madre, Zoila Amoretti.

El mismo día de su deceso una delegación de tarmeños, encabezados por su alcalde provincial y delegados del Centro Social Tarma, había llegado a Lima con un petitorio, firmado por 30,000 personas, que solicitaba a la viuda María Delgado que los restos mortales del “Hijo predilecto” de Tarma, descansen en su tierra natal. Mil automóviles estaban listos para acompañar los despojos del expresidente, desde Lima hasta la ciudad de Tarma. La familia no se opuso a los deseos que había expresado Odría en vida: quería ser enterrado en su tierra.

Entonces, el martes 19, el cuerpo fue trasladado de la iglesia del Sagrario a la catedral de Lima, donde hubo misa de cuerpo presente que ofició el cardenal Juan Landázuri y donde participó el presidente Velasco.

Mientras el cortejo avanzaba, los efectivos de la Guarnición de Lima apostados en la plaza de Armas, le rindieron los honores de ley. Luego, el ataúd fue llevado en una carroza al cementerio El Ángel, seguido a paso lento de decenas de vehículos y miles de personas a pie. Tras finalizar los funerales, esa misma tarde se inició el lento peregrinaje de la caravana por la carretera Central.

Llegaría al día siguiente (miércoles) por la noche. El jueves 21 habría una misa y sería llevado su ataúd en hombros por las principales calles de su ciudad. Para el acto de despedida llegaron delegaciones de todas las comunidades tarmeñas. Descansa en un mausoleo debajo del altar de la Virgen Dolorosa en la catedral de Tarma; un altar que el propio Odría había financiado.

Dato

30,000 personas firmaron un petitorio para que Odría sea enterrado en Tarma.

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