Alan Alex Quispe Bartolo, asesino confeso de su suegra, logró darse a la fuga el martes por la noche, las 19 horas, mientras era custodiado en su domicilio, ubicado en Palcapaccha, por dos efectivos de la policía. Según pobladores del sector este sujeto desde hacía días estaba en su casa luego de haber estado cumpliendo prisión preventiva por la violación y el homicidio de la señora Hermógina Eusebia Timoteo Yarasca.
Supuestamente estaba cumpliendo prisión domiciliaria, sin embargo, según testimonios de testigos, gozaba de muchas libertades, iba comprar a la tienda, salía a dar unas vueltas, hasta le permitían ir a pescar, dijeron, los que dieron estos testimonios, notaron que el homicida confeso, no tenía puestas las marrocas, lo que de alguna forma había facilitado su fuga, la que logró después de golpear por lo menos a uno de los policías, además aseguraron que un vehículo lo esperaba para consumar su fuga.
MÁS DE DOS AÑOS.
El hijo de la víctima, José Vásquez Timoteo, dijo que el crimen sucedió a finales de octubre del 2018, pasaron más de dos años y la fiscal a cargo del caso, Flor de María Luyo, manifestó que la demora se debía a que los resultados de las pruebas enviadas a Lima “todavía no retornaban”, el presunto asesino, estuvo en prisión preventiva por 18 meses, para, recientemente, ser puesto en prisión domiciliaria, bajo el cuidado de dos efectivos del orden.
Para el 30 de abril se había programado la audiencia en la que se iba iniciar el juicio oral, la audiencia iba a ser virtual, pero la defensa de Quispe Bartolo alegó que no había comunicación en el lugar donde estaba el acusado, por lo que la audiencia se reprogramó para el jueves 08 de abril, pero, prácticamente en la víspera este sujeto logró fugar.
SON AMEDRENTADOS.
El hijo de la víctima y otras familiares, en medio de lágrimas porque no hay justicia para su ser querido, dijeron que son amedrentados por los allegados del sujeto que confesó haber asesinado a la señora Hermógina Timoteo, les lanzan indirectas amenazadoras, por lo que viven con un constante temor de ser agredidos. El día de la reconstrucción de los hechos, Quispe Bartolo, confesó, luego de haber sostenido relaciones sexuales con su víctima, que la ahorcó con un cable, lo hizo con total frialdad. Lo que no ha quedado claro es si actuó solo o tuvo cómplices, la fiscalía se ha demorado demasiado para realizar su trabajo.