LA CATEDRAL SANTA ANA REABRIÓ SUS PUERTAS A LA FELIGRESÍA TARMEÑA.

Desde el mediodía del martes los feligreses católicos podrán ingresar, después de varios meses al tempo principal de la ciudad, eso sí, respetando todos los protocolos sanitarios de cumplimiento obligatorio.

A partir del martes, al mediodía, se reabrieron los puertas de la catedral Santa Ana de Tarma, para que todos los fieles “puedan ir a orar en esta pandemia, en la que tanto se necesita de nuestro padre”, así lo expresó el párroco de Santa Ana, el Reverendo Padre,  Juan Rojas, quien agregó que ya se tiene establecido el protocolo para que los feligreses puedan ingresar al templo, respetando el distanciamiento social y el orden correspondientes para evitar contagios del coronavirus.

Las misas presenciales también se volverán a concelebrar, continuando con las misas virtuales, para este objetivo ya se han señalado los lugares en los que los asistentes podrán sentarse, si antes en cada banca se sentaban siete u ocho personas ahora solo estará permitido que lo hagan tres feligreses. Para la comunión también hay protocolos, para rezar ante los altares dedicados a los santos se deberá respetar el orden, se han retirado los reclinatorios para evitar cualquier riesgo de contagio del coronavirus.

No se dará el abrazo de la paz, solo se podrá realizar una venia para evitar los contactos y la cercanía entre las personas. El sacerdote dijo que espera que la feligresía “entienda”. El uso de la mascarilla al interior del templo es obligatorio, a los ingresantes se les tomará la temperatura, también se indicará en el lavado y desinfección de las manos. Con el repique de campanas el martes a las doce del mediodía se reabrieron las puertas del recinto religioso más importante de la provincia de Tarma.

COMENTARIOS