Debido a su recarga agenda y a que ya tenía programados viajes a otras regiones, el Presidente Martín Vizcarra Cornejo, no asistirá a la inauguración de la planta de oxígeno donada por la Asociación UNACEM, así lo confirmaron el alcalde de la provincia de Tarma, José Mansilla Samaniego y el subprefecto, Percy Gallardo Rivera, el segundo refirió que no se trata de que el Presidente nos haya “defraudado”, habrá que esperar hasta el 28 de noviembre, fecha en la que Tarma celebrará su bicentenario de independencia, para ese día, se supone que, Vizcarra Cornejo arribará a esta ciudad.
La presencia de la ministra de salud, Pilar Mazzeti Soler, también quedó descartada, sin embargo, el subprefecto aseguró que como representante del ejecutivo, estará la prefecta de la región Georgina Duarte Patiño.
Por su parte el alcalde, José Mansilla Samaniego, se refirió también al tema de la categoría del hospital y la necesidad de la instalación de un sistema de redes. Mansilla Samaniego tiene ciertos reparos en el uso del presupuesto “intangible”, destinado a la compra de balones para el oxígeno, pues indicó que tenemos que estar preparados para la “segunda ola” de contagios de la COVID – 19, aunque si no se implementan las redes para el segundo piso del hospital, donde se ubicará la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) o, al menos, eso es lo que se pretende.
NO SE DEBEN PRODUCIR AGLOMERACIONES.
Con relación a la inauguración de la planta de oxigeno programada para el martes a las 11 de la mañana, Mansilla Samaniego, dijo que a pesar que este es un acontecimiento importante para la población de Tarma, la asistencia a la inauguración será limitada por la situación de la pandemia, tendrán que evitarse las aglomeraciones para evitar los contagios.
Con relación a la planta indicó que las pruebas se desarrollaron el sábado, la planta está operativa y desde el martes se iniciará la producción de oxígeno. Destacó que este logro se concretó sin la participación de las autoridades a nivel nacional o regional, es un logro de la población de Tarma, la empresa privada (UNACEM), las autoridades y la iglesia católica, ha sido un sacrificio de la población, aseveró.